Tiempo de lectura estimado: 1 minuto(s)
El caldo de huesos era algo que solo veíamos preparar a nuestras abuelas porque desde que llegó la vida ajetreada que vivimos hoy en día, quién tiene tiempo para hervir huesos durante 72 horas. ¿Cierto? ¡No es así! Si queremos volver a nuestras raíces, debemos volver entonces a esta costumbre de preparar lentamente un caldo con los huesos más huesudos que quedan del animal: las patas, las rodillas, las costillas, entre otros porque aquí es donde está una gran concentración de minerales, vitaminas y proteínas que nos aportan muchos beneficios y que además potencian cualquier otra comida a la que lo incorporemos, como por ejemplo las cremas de verdura o las salsas para cocinar.
En muchas culturas de Suramérica se considera que este brebaje es milagroso y curativo e incluso se cree que “revive muertos”. Yo personalmente creo mucho en sus beneficios, pero además de eso, su sabor me encanta. A veces lo tomo como un chupito o lo guardo en las hieleras del congelador y lo congelo. Esta manera es genial para sacarlo rápidamente del congelador y añadirlo a la cocción de otra receta.
¿Por qué beber caldo de huesos?
- Beneficia el sistema digestivo porque los huesos contienen gelatina y ésta ayuda a curar muchos problemas gástricos como el estreñimiento e incluso algunas intolerancias alimentarias.
- Protege los ligamentos porque tiene glucosamina – sustancia que desempeña un papel importante en la formación y reparación del cartílago – y también tiene condroitina que ayuda a prevenir la artrosis.
- El caldo de huesos es rico en colágeno, sustancia que mejora la apariencia de la piel y nos vemos más jóvenes.
- Contiene glicina, un aminoácido no esencial pero muy bueno para la salud, que nos ayuda a dormir mejor y a mejorar la memoria.
- Fortalece los huesos gracias a su gran concentración de fósforo, magnesio y calcio.
- Promueve un sistema inmunológico sano gracias a su aporte nutricional. Así se demostró en un estudio de la Universidad de Harvard en el que se le administró caldo de huesos a pacientes con enfermedad auto-inmune y alcanzaron un estado de remisión.

Caldo de huesos
Ingredientes
- huesos de pollo, gallina, ternera, cerdo
- 1 zanahoria en trozos
- 1 rama tomillo fresco
- 1 cebolla cortada en trozos
- agua
- sal
Elaboración paso a paso
-
Añadir todos los ingredientes a una olla a presión o a una olla convencional. Si utilizáis una olla convencional, hervir a fuego medio bajo lentamente durante un mínimo de 24 horas pero podéis hacerlo hasta por 72 horas. Si utilizáis una olla de presión, reducir el tiempo a la mitad ya que la cocción es más rápida.
-
Al terminar la cocción, retirar del fuego y reposar hasta que enfríe.
-
Sacar los huesos y limpiar el caldo de las verduras. Si lo deseáis, podéis pasar el caldo por una malla para limpiarlo de algunas impurezas que quedan después del proceso.
-
Conservar en el congelador o en la nevera dependiendo de la frecuencia con la que lo vayáis a utilizar.
Notas de la Receta
Nota: en la foto yo he utilizado una pieza de costilla de cerdo. Su tiempo de cocción para hacer el caldo es mucho menor, aproximadamente 2 horas en una olla de presión.
Comentarios
3 ComentariosÁngeles
Sep 28, 2016Hola, Niklas!! Para este tipo de receta te recomiendo una olla lenta o crockpott ya que al precisar más tiempo de cocción (no suele superar los 100 grados centígrados), saca todo el sabor de los huesos y de los recortes de carne. Y si además utilizas un enchufe temporizador analógico, puedes programarlo para que se apague después de 12 o 24h. Precisamente acabo de hacer caldo con unos huesos de jamón… Rico, rico.
Citar Comentario
Citar Comentario
Juan
Sep 28, 2016Espectacular blog. Llevo desde hace un mes siguiendo esta forma de vida y me parece que tienes una recetas geniales. Sigue así!
Citar Comentario
Citar Comentario
Niklas Gustafson
Sep 30, 2016¡Gracias Juan! También estoy en Facebook / Twitter / Instagram como @niklaspaleo ¡Saludos!
Citar Comentario
Citar Comentario